(Parte 4)
Además, cabe recordar que la azitromicina, la amoxicilina, el ciprofloxacino o inclusive la ivermectina fueron considerados para el tratamiento del COVID-19 durante la pandemia; siendo importante recordar que estos medicamentos, no son de uso primario contra el COVID-19, ya que son antibióticos (como la amoxicilina, el ciprofloxacino o la azitromicina) o antiparasitarios (como la ivermectina).
El COVID-19, al ser un virus, no es afectado por estos medicamentos. De por si, estos fármacos pueden ser utilizados ante otro tipo de enfermedades y no se recomienda su uso inicial en caso de síntomas de resfrío o de infección por el propio COVID-19, porque aparte de que no conllevan ningún beneficio ante el microorganismo, pueden tener efectos secundarios que generen daños graves en la persona (o casos de resistencia antibiótica).
Por último, si bien se ha dado un vistazo amplio al uso de los medicamentos que usualmente se recomiendan en casos de sospecha o diagnóstico de COVID-19, es importante recordar que bajo ninguna condición es recomendable la automedicación, y siempre debe partir según la evaluación de un profesional médico, ya que los casos pueden variar de persona a persona.

Fuente: Médico Ocupacional APCI